Trastornos del espectro autista (TEA)

Descripción general

El trastorno del espectro autista, o ASD, es un término general que implica un grupo de trastornos del neurodesarrollo que ocurren durante la infancia.

Los pacientes con TEA tienen un problema con la interacción social y la comunicación. Además, a menudo exhiben patrones de comportamiento estereotípicos repetitivos.

De acuerdo con la Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), uno de cada cuatro niños fue diagnosticado con una forma de ASD en 2014. El CDC también afirma que ASD tiene una predilección obvia por los hombres, con una proporción de 4: 1.

Esta condición prevalece en todo el mundo, independientemente de la raza, la región o el entorno. Sin embargo, algunas regiones reportan más casos que otras, y esto también se debe a la capacidad limitada para diagnosticar y clasificar con precisión los TEA.

Causas y factores de riesgo del autismo

Las causas exactas del autismo aún no están claras. Sin embargo, los científicos creen que ciertos factores de riesgo aumentan las posibilidades de desarrollar esta condición.

Estos factores incluyen:

  • Historia familiar – tener un familiar con autismo aumenta el riesgo de desarrollar esta condición en las generaciones más nuevas, lo que sugiere un componente genético oculto del TEA.
  • Desordenes genéticos – condiciones como el síndrome de X frágil y otras condiciones genéticas.
  • Edad materna – Quedar embarazada cerca de la menopausia está asociado con varias enfermedades, incluido el síndrome de Down y el TEA.
  • Bajo peso al nacer – Si bien no conocemos la patogénesis exacta detrás de esto, los recién nacidos que tuvieron bajo peso al nacer están más predispuestos a desarrollar TEA.
  • Desequilibrios metabólicos – Los electrolitos fluctuantes y otros compuestos metabólicos aumentan el riesgo de TEA.
  • Exposición a sustancias nocivas – cuando la madre embarazada está expuesta a sustancias, como metales pesados, toxinas ambientales y un fármaco llamado ácido valproico, el TEA se vuelve más frecuente.
  • idiopático – para la mayoría de los casos de ASD, los médicos no pueden identificar ninguna causa clara o factor de riesgo que desencadene esta condición.

Los signos y síntomas del autismo

Según el Manual Diagnóstico y Estadístico de los Trastornos Mentales (DSM-V), existen 5 tipos de autismo que se presentan con signos y síntomas ligeramente diferentes. Los síntomas más comunes se pueden clasificar de la siguiente manera:

Síntomas relacionados con la interacción social

  • Dificultad para compartir emociones.
  • Dificultad para mantener una conversación recíproca.
  • Incapacidad para leer el lenguaje corporal.
  • Dificultad para mantener el contacto visual.

Síntomas relacionados con el comportamiento.

  • Movimientos y frases de patrones repetitivos.
  • Cumplimiento estricto de ciertas rutinas.
  • Intereses extraños

Diagnóstico del autismo

El diagnóstico de ASD requiere exámenes de detección, pruebas genéticas y evaluaciones de comportamiento.

Exámenes de desarrollo

De acuerdo con la Academia Estadounidense de Pediatría (AAP), todos los niños deben someterse a pruebas de detección de TEA a las edades de 18 y 24 meses.

Gracias a las pruebas de detección, los médicos pueden diagnosticar el TEA en una etapa temprana, lo que mejora su resultado.

Una de las herramientas de detección más utilizadas por los pediatras es la Lista de verificación modificada para autismo en niños pequeños (M-CHAT). En resumen, esta herramienta consta de 23 preguntas respondidas por los padres. Después de eso, el pediatra utiliza la información recopilada para evaluar el riesgo de los niños.

Tenga en cuenta que la precisión de las pruebas de detección no siempre es óptima y, por este motivo, aún se están investigando herramientas de diagnóstico adicionales.

Otros exámenes y pruebas

Además del cribado, el pediatra puede optar por las siguientes pruebas:

  • Pruebas de ADN para enfermedades genéticas
  • Evaluación del comportamiento
  • Pruebas visuales y de audio para excluir problemas que simulan el autismo.
  • Evaluación de terapia ocupacional

Después de recopilar los datos de todas las pruebas anteriores, un equipo de profesionales de la salud (p. ej., psicólogos infantiles, terapeutas ocupacionales, logopedas) confirmará el diagnóstico.

Tratamiento del autismo

Desafortunadamente, actualmente no existe una cura para el TEA. Sin embargo, la investigación nos está permitiendo alcanzar mejores resultados clínicos en comparación con hace unas décadas.

El médico de su hijo puede recomendar los siguientes tratamientos:

  • Terapia de comportamiento
  • Terapia física
  • Terapia ocupacional
  • Terapia del lenguaje
  • Terapia de juego

Aparte de estos tratamientos convencionales, el médico puede sugerir terapias ansiolíticas, como masajes, mantas con peso y técnicas de meditación, para ayudar a que su hijo se relaje.

Curiosamente, los pacientes responden de manera diferente a tratamientos específicos. Mientras que algunos pacientes mejorarían después de algunas sesiones de terapia física y del habla, otros no muestran mejoría de los síntomas.

Los tratamientos alternativos para el autismo incluyen:

  • vitaminas en altas dosis
  • Oxigenoterapia hiperbárica
  • Melatonina para tratar problemas de sueño
  • Terapia de quelación para eliminar los metales del cuerpo.

Investigaciones anteriores encontraron evidencia contradictoria sobre la efectividad de los tratamientos alternativos para los TEA. Se recomienda una consulta con un pediatra antes de probar cualquiera de estos tratamientos.

Complicaciones del autismo

1. Problemas sensoriales

La sensibilidad a la información sensorial es un problema común con ASD. Por ejemplo, puede notar que su hijo experimenta angustia emocional cuando se expone a luces brillantes o ruidos fuertes. Por otro lado, algunos pacientes pueden ignorar otras sensaciones (p. ej., calor extremo, dolor).

2. Convulsiones

Las convulsiones son comunes entre los pacientes con TEA. Generalmente, los pacientes comienzan a tener convulsiones durante la niñez o la adolescencia.

3. Problemas de salud mental

Las personas con TEA son susceptibles a la depresión, la ansiedad, los cambios de humor y las anomalías del comportamiento.

Prevención del autismo

Si bien no existe una forma definitiva de prevenir el TEA, algunas modificaciones en el estilo de vida pueden reducir el riesgo de este trastorno.

Éstas incluyen:

  • Vida saludable – Coma alimentos balanceados, haga ejercicio regularmente y no falte a sus controles médicos. Además, asegúrese de recibir la atención prenatal y los suplementos vitamínicos adecuados.
  • Cuidado durante el embarazo – no tome ningún medicamento farmacológico sin consultar a su médico.
  • Evite el alcohol – evitar el consumo de alcohol durante el embarazo reduce el riesgo de varios trastornos del desarrollo en su bebé.

El trastorno del espectro autista es una condición mental común que requiere un manejo médico complejo y desafiante. Debido a que el autismo es principalmente idiopático (sin una causa aparente), ¡no podemos hacer mucho al respecto! La mejor opción es tratar esta condición de manera oportuna, utilizando psicoterapia y psicofarmacología cuando sea necesario.

Con suerte, en un futuro cercano, identificaremos la etiología del autismo y desarrollaremos protocolos para tratarlo y prevenirlo.

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