Arterias pulmonares: ¿cuál es su papel?

Las arterias pulmonares son los vasos que transportan sangre desde el corazón a todas las partes del cuerpo. No es sorprendente que estas arterias cumplan una función importante en el suministro de sangre rica en oxígeno a nuestros pulmones y luego vuelvan a la circulación. También juegan un papel crítico en el manejo de una de nuestras funciones más importantes: ¡respirar! Siga leyendo para obtener más información sobre esta parte fascinante de la anatomía. 

Estructura 

Las arterias comienzan como el tronco pulmonar, un vaso grueso y corto, que está separado del ventrículo derecho por la válvula pulmonar. El tronco está ubicado anterior y medialmente a la aurícula derecha, compartiendo una capa común de pericardio con la aorta ascendente. Continúa hacia arriba, superponiéndose a la raíz de la artrosis y pasando posteriormente. 

Alrededor del nivel de T5-T6, el tronco pulmonar se divide en las arterias pulmonares derecha e izquierda. La arteria pulmonar izquierda suministra sangre al pulmón izquierdo, bifurcándose en dos ramas para abastecer cada lóbulo del pulmón. La arteria pulmonar derecha es la arteria más gruesa y más larga de las dos, que suministra sangre al pulmón derecho. También se divide además en dos ramas. 

Función 

Las arterias pulmonares reciben sangre desoxigenada del ventrículo derecho y la llevan a los pulmones para que se produzca el intercambio de gases. 

Suministro nervioso 

La inervación de la arteria pulmonar es como la de otros vasos. El plexo nervioso cardíaco suministra inervación simpática y parasimpática. El plexo nervioso está situado anterior a la bifurcación del traquea y posterior a la división de las arterias pulmonares izquierda y derecha. 

Relevancia Clínica 

Hipertensión pulmonar 

La hipertensión pulmonar es un tipo de presión arterial alta que afecta las arterias de los pulmones y el lado derecho del corazon. 

En una forma de hipertensión pulmonar, llamada hipertensión arterial pulmonar (HAP), los vasos sanguíneos en los pulmones se estrechan, bloquean o destruyen. El daño ralentiza el flujo sanguíneo a través de los pulmones y aumenta la presión arterial en las arterias pulmonares. El corazón debe trabajar más para bombear sangre a través de los pulmones. El esfuerzo adicional eventualmente hace que el músculo cardíaco se debilite y falle. 

En algunas personas, la hipertensión pulmonar empeora lentamente y puede poner en peligro la vida. Aunque no hay cura para algunos tipos de hipertensión pulmonar, el tratamiento puede ayudar a reducir los síntomas y mejorar la calidad de vida. 

Embolia pulmonar 

Una embolia pulmonar (EP) es un coágulo de sangre que se desarrolla en un vaso sanguíneo en el cuerpo (a menudo en el pierna). Luego viaja a una arteria pulmonar donde de repente bloquea el flujo de sangre. 

Un coágulo de sangre que se forma en un vaso sanguíneo en un área del cuerpo, se rompe y viaja a otra área del cuerpo en la sangre se llama émbolo. Un émbolo puede alojarse en un vaso sanguíneo. Esto puede bloquear el suministro de sangre a un órgano en particular. Este bloqueo de un vaso sanguíneo por un émbolo se llama embolia. 

El corazón, las arterias, los vasos sanguíneos y las venas forman el sistema circulatorio del cuerpo. La sangre se bombea con gran fuerza desde el corazón hacia las arterias. A partir de ahí, la sangre fluye hacia los capilares (diminutos vasos sanguíneos en los tejidos). La sangre regresa al corazon a través de las venas. A medida que se mueve a través de las venas de regreso al corazón, el flujo de sangre se ralentiza. A veces, este flujo de sangre más lento puede conducir a la formación de coágulos. 

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